Templo de Kirtland
A veces pienso en aquella época en la que salía con todo el mundo en el estado de Utah, cómo usaba Tinder para encontrar a alguien que no fuera raro, cómo pensaba que si pasaba el tiempo suficiente en esa aplicación, eventualmente encontraría a alguien que no no es raro. Y la ironía es que acabé con la persona más extraña de Tinder. Pero él es mi tipo de raro. Es el tipo de raro que piensa que el templo de Kirtland es un gran lugar para la primera cita de un par de gays.