BYU
Al igual que los médicos y los pilotos, no inventé los principios que rigen la salud mental LGBTQ; simplemente los hemos descubierto y ahora los usamos a diario para salvaguardar vidas. Rezo con los pies todos los días para que los Santos de los Últimos Días también lleguen a comprender plenamente estos descubrimientos. Todos somos parte de un cuerpo en Cristo. Que podamos ver que cada parte, por diferente que sea, es igualmente necesaria para nosotros.
Puede ser necesario tanto o incluso más coraje para buscar ayuda para la depresión, la ansiedad o el trauma como para declararse lesbiana, gay, bisexual, transgénero o queer. Sin embargo, hay ayuda y Rich Keys anima a cualquiera a buscarla compartiendo sus propias luchas y éxitos.
Ofrezco este poema original con la esperanza de que ayude a este mundo y a las personas que lo habitan a respirar profundamente, dejar ir el miedo y el estrés de sus mentes y cuerpos, y volver a la verdad que es el amor de un perro y por qué lo llamamos el mejor amigo del hombre.
Lamentablemente, en las redes sociales, estos amigos y vecinos señalaron con el dedo y se burlaron de un joven homosexual con el título de mejor estudiante, solo porque pronunció un discurso aprobado por BYU en su ceremonia de graduación. Fue un momento surrealista cuando las secciones de comentarios se convirtieron en un “edificio grande y espacioso”, como se menciona en la visión de Lehi en el Libro de Mormón, lleno de detractores que se burlaban de los miembros LGBTQ de la iglesia que avanzaban hacia el árbol de la vida.
Si asiste a la Conferencia Internacional de Afirmación el próximo mes, busque un extraño y conózcalo. Puede que sea la única vez cada año en que puedan ser quienes realmente son frente a los demás ... y te irás con un mayor amor por tu prójimo, sea quien sea o donde sea.
Sentimos que la Iglesia nos había dado la espalda. Es frustrante para mí por esa razón que, si bien este cambio es positivo, no vino con una disculpa o una acción de cambio.
Ningún edificio fue nivelado, el sol salió como siempre, los estudiantes estudiaron, los maestros enseñaron, nadie se quedó mudo, los asistentes generales visitantes podían beber su refresco favorito a la luz del día y no esconderse en las sombras.
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