Estas atracciones no son pecaminosas

La Iglesia ha dejado en claro que la orientación homosexual no es una elección y no es un pecado. Es una realidad compleja para un cierto porcentaje de personas. De hecho, la orientación sexual es compleja para todos y nadie elige su orientación, sea heterosexual u homosexual. Lo que la Iglesia enfatiza es que somos responsables de cómo expresamos nuestra sexualidad. La Iglesia anima encarecidamente a los jóvenes a evitar las relaciones sexuales prematrimoniales. Sabemos que todos experimentamos tentaciones. Nunca es la tentación el pecado. De hecho, nuestras tentaciones no son elegidas. Los heterosexuales a menudo experimentan tentaciones relacionadas con su sexualidad, al igual que los homosexuales. Sus hijos homosexuales y sus hijos heterosexuales experimentarán la tentación como parte de su adolescencia. Todos debemos aprender a dominar nuestras tentaciones y nuestros impulsos. La Iglesia nos anima a usar las herramientas de la obediencia y el arrepentimiento para que las tentaciones no se conviertan en una barrera para nuestro progreso eterno y nuestra felicidad.

Si tiene un hijo o una hija homosexual, anímelo a vivir la ley de castidad de la misma manera que sus hijos o hijas heterosexuales. La Iglesia alienta sabiamente a que los jóvenes esperen hasta estar casados antes de ejercer su sexualidad.

Citas de líderes de la iglesia

Dios ama a sus hijos dice: “A pesar de su actual atracción hacia el mismo sexo, puede ser feliz durante esta vida, llevar una vida moralmente limpia, realizar un servicio significativo en la Iglesia, disfrutar de la comunión plena con sus hermanos santos y, en última instancia, recibir todas las bendiciones de la vida eterna, "Y que," Las atracciones por sí solas no te hacen indigno ".

El élder Holland dijo algo similar: "Si no actúas sobre las tentaciones, no has transgredido".

El sitio web de la Iglesia dice: "La atracción en sí no es un pecado, pero actuar en consecuencia sí lo es".

Dado que la Iglesia define la actividad homosexual como un pecado, un hombre o mujer gay que quiera tener una recomendación para el templo debe ser soltero / célibe o estar casado con alguien del sexo opuesto. Estas opciones se discuten más adelante en la página sobre ciencia.

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