Dios
Soy un hijo de Dios. Tengo mi albedrío, y mi verdad, y mis revelaciones, y mis andanzas en el desierto.
Queremos caminar con fuerza. Vivir la vida cabalmente, conquistando nuestra felicidad con vigor y pasión. Un punto donde ya no estamos a la defensiva y tenemos nuestra propia seguridad. Cuando no solo sobrevivimos, sino que prosperamos.
Cuanto más lo intentas, más crece. Las buenas semillas crecen, las buenas semillas traen buena fruta.