Juventud LGBT
Por Kim Pearson Traducción: Israel Flores Alvarez Durante meses he estado sintiendo los impulsos de compartir mi testimonio de cómo el Padre Celestial ha guiado y ha respondido a nuestras…
¡BIENVENIDAS MAMÁS DRAGONAS A LATINOAMERICA! Mamá Dragonas es un Grupo de Madres Mormonas de Lesbianas, Madres de Gays, Madres de Bisexuales y Madres de Trans. Después de un año de…
Por Roni Jo Draper Traducción de Iñaki Araquistain Mi trabajo como madre es algo que tomo muy seriamente. Ser madre de tres hijos ha sido una gran bendición. Aún cuando…
Si realmente buscamos tener “el amor puro de Cristo” hacia nuestros hermanos y hermanas LGBT, no solo debemos suplicar a Dios por él, sino que también debemos estar prestos al servicio hacia nuestros hermanos.
Las primeras conferencias de Afirmación en Brasil con participación de líderes internacionales de Afirmación ha sido un sueño hecho realidad para activistas de Afirmación como Jean Carlos, Remerson Lima, Luiz Antonio Correa, Everaldo Ewerton, Cristiano Celestino y Sandra Cristina. Primero en Fortaleza (8-10 de abril de 2016) y después en Sao Paolo (15-17 de abril de 2016).
Para tener una relación sana con la Iglesia, debemos tener una fuerte relación con Dios. Tenemos que creer en el amor de Dios hacia nosotros, y tenemos que confiar en que Dios nos puede guiar en el camino de nuestra felicidad más grande, incluso cuando ese camino parece ir en contra de lo que esperan nuestros amigos y familiares que nos rodean.
Constantemente me preguntaba ¿cómo hacer que mi espiritualidad no se apague? Lo que puedo compartirles de ello es que Dios está en todas partes y toda creación de Dios tiene un propósito, y yo, así como tú, tenemos un propósito.
Ayer fue el gran día de su bautismo. Nervioso y feliz a la vez por el gran paso que decidió tomar. Al salir del bautismo explico con alegria: “es lo mejor que me pudo pasar”. Luego de su bautismo tuvo una entrevista con el primer consejero de la misión, quien le dijo que “Él será un gran ejemplo a seguir.”
Reafirmamos la divinidad y la dignidad de los hijos e hijas de Dios y de todas las familias y el potencial que cada uno de ellos tiene de amar plenamente y de apoyarse mutuamente a través de este mundo y el siguiente.