Una madre da un mensaje a su barrio
Por Wendy Montgomery
Traducción: Isra Flores Alvarez
Estaba aterrorizada. Tenía que apretar las rodillas para que pudieran dejar de temblar. Estoy segura de que si se pusiera un micrófono a mi pecho, mi corazón habría sonado como un martillo neumático. Pero había estado en mi mente durante semanas, y seguía llegando a mí la necesidad de hacerlo. Esta mañana antes de la iglesia, le pregunté a Jordan cómo se sentía acerca de mi testimonio, y me dijo que estaba bien para él y quería estar allí para escuchar. Pero le dije que no estaba muy segura de hacerlo ya que estaba muy asustado y tenía la piel de gallina. Cuando llegamos a la capilla, me quedé mirando alrededor, a todas las personas. Recuerdo el rechazo y los comentarios hirientes. Algunas personas ya no son de mi total agrado. Yo no quiero que sea peor. Pero entonces, por alguna razón, mi pequeña hija de 7 años, Emma, me preguntaba una y otra vez si daría mi testimonio. (Ella nunca lo había hecho antes) Así que me levanté. Pero mientras caminaba hasta el estrado pensaba, si esto termina mal, al menos, ¡voy a salir en medio de una ola de comentarios!
Estas son algunas de las palabras que recuerdo que compartí:
Buenas tardes, hermanos y hermanas. Mi familia y yo hemos estado en este barrio desde hace varios meses, pero esta es la primera vez que doy mi testimonio aquí. Para aquellos de ustedes que no me conocen, mi nombre es Wendy Montgomery. Es interesante, hablo en público muy a menudo, y por lo general no estoy nerviosa. En este momento, estoy absolutamente abrumada a causa de las cosas que están en mi corazón, que siento debo compartir con ustedes. No son cosas fáciles de decir en un entorno como este. Los últimos 2 años han sido algunos de los más difíciles que he experimentado. Y eso es decir algo, porque he tenido una vida difícil.
Nos enteramos hace aproximadamente 2 años que nuestro hijo mayor, Jordan es gay.
(Aquí es donde todo el aire fue extraído de la habitación.)
Me disculpo por traer este tema a colación porque sé que incomoda a algunos. Me hizo sentir incómoda hace 2 años también. Mi intención no es hacerlos sentir mal, sino pedir su ayuda.
(Aquí es donde empecé a ponerme emocional)
Mi hijo ha vivido un tiempo muy difícil hasta el día de hoy. Es extremadamente duro para él estar en un lugar, semana tras semana, donde se siente indeseado y sin amor. Él no sabe dónde encaja, o siquiera si este es el lugar al que pertenece.
Como padres, estoy segura de que todos se sienten como yo y quieren lo mejor para sus hijos: Y quiero compartir con Jordan y con ustedes lo que sé: que nuestro Padre y Madre Celestial saben quién es y lo aman exactamente como es. Yo quiero que tenga una relación profunda y duradera con Nuestro Salvador Jesucristo. Yo quiero que venga a la iglesia y sienta el amor de Dios y que esté cerca de personas que vean lo hermoso y especial que es como persona. Fuera de nuestra casa, el mejor lugar donde deberían pasar es en la iglesia.
Desgraciadamente no está sucediendo, así que les pido que me ayuden por favor, por favor, amo a mi hijo, y me gustaría que lo tratasen igual que a los otros jóvenes de aquí. Mírenlo a los ojos, ofrézcanle una sonrisa, un abrazo, un apretón de manos. Por favor, sean sus amigos, porque yo deseo que él es este sentado conmigo y con el resto de la familia en la iglesia cada semana, que se sienta cómodo aquí.
Jordan ha perdido a muchos amigos. Tanto SUD y no SUD. No puedo entender como un chico que es digno del sacerdocio de Aarón, que guarda la ley de castidad en todos los sentidos, y está viviendo su vida de acuerdo con todo lo que la Iglesia pide de él, está perdiendo amigos, cuando el amor cristiano debería hacerse presente.
Quiero dar las gracias a aquellos de ustedes que han extendido su amistad a mi familia. Sé que nuestras circunstancias son difíciles e incómodas para algunos, así que estoy muy agradecida por los pocos que han estado dispuestos a dejar de lado su propia incomodidad y nos han dado la bienvenida en sus hogares.
Tengo un testimonio de este Evangelio. Hemos vivido una situación difícil en los últimos 2 años, pero hay algunas cosas que no han cambiado. Creo que Dios vive. Creo que Él me conoce y me ama. Creo en Jesucristo. Lo amo profundamente. Él me ha acompañado en los momentos más oscuros de mi vida. He pasado todos los días de mi vida como miembro de esta iglesia y me encanta. Hay mucho aquí que es bello y bueno.
Digo estas cosas en el nombre de Jesucristo, amén.
Reacciones
-Testimonio dado justo después del mío: “No creo haber visto nunca tal valor como el que se mostró en esta reunión de testimonios. Debe haber sido muy difícil para ella expresar las cosas que dijo en su testimonio, pero yo estoy muy agradecido de que ella tenga la fuerza para compartir su historia con nosotros, y espero que todos podamos hacer lo que nos pide”.
-El segundo testimonio dado después del mío: “Creo que el testimonio de la hermana Montgomery es un recordatorio de lo que es tener el amor de Cristo, y cuánto mejor podría ser el mostrarlo a los demás. Todo el mundo sentirse bienvenido en nuestra iglesia, no importando sus circunstancias”.
Recibimos algunos comentarios después de que terminó la reunión:
“Muchas gracias por lo que compartieron. Sentí el Espíritu fuertemente cuando usted habló”.
“El único problema que tuve con su testimonio fue el hecho de que se disculpó por incomodar a la personas. No se disculpe nunca por apoyar a su hijo. No importa si hace que la gente se incomode. Si hay incomodidad, es porque hay algo que deben cambiar”.
“Tengo una hija que es gay. Ha sido inmensamente doloroso para nuestra familia porque hemos optado por no tener nada que ver con ella y su estilo de vida. Sin embargo, todavía oramos por ella”.(Pregunte a esta mujer si ella ha visitado el sitio web www.mormonsandgays.org de la Iglesia. Ella dijo que no, porque ya sabía la posición de la Iglesia sobre esto y no tenía necesidad de ir a la página web. La animé a visitar el website, esperando al menos ayudar a ablandar el corazón de esta mujer hacia su hija)
“Mi novio de la escuela era homosexual. Era perfecto para mí. Estaba devastada cuando lo descubrí porque yo lo amaba y pudimos habernos casado”.
“Tengo un sobrino gay. Este tema necesita ser hablado más profundamente. Gracias por ayudarme a ver lo que es esto a través de sus ojos”.
“Me preocupa que mi hijo podría ser gay”.
“Gracias por su recordatorio sobre el AMOR”.
“El espíritu era tan fuerte cuando compartió su testimonio. Era como tocarlo o probarlo, fue una sensación muy fuerte”. “Fue una ducha fría para que los prejuiciosos se sientan culpables y avergonzados. Espero que algunos lo piensen mejor ahora”. (Esto fue probablemente mi comentario favorito, me hizo reír en voz alta!)
He recibido muchos más comentarios vía e-mail y Facebook. Casi todos ellos positivos y de apoyo. Mi testimonio acerca de tener un hijo gay (especialmente compartirlo frente a muchas de las personas que han dicho algunas cosas terribles sobre mí y mi familia) es una de las cosas más difíciles que he hecho. Pero a través de todas estas respuestas siento que tal vez hice una pequeña diferencia. Tal vez se abrieron algunos ojos. Tal vez se ablandaron algunos corazones.
Creo que así es como se produce el cambio. Un corazón a la vez…
Puedes leer el original en inglés aquí