Dios creó a cada persona diferente

Si bien la Expiación está destinada a ayudarnos a todos a llegar a ser más como Cristo, no está destinada a hacernos todos iguales. A veces confundimos las diferencias de personalidad con el pecado. Incluso podemos cometer el error de pensar que el hecho de que alguien sea diferente a nosotros debe significar que no agrada a Dios. Esta línea de pensamiento lleva a algunos a creer que la Iglesia quiere crear a cada miembro a partir de un único molde: que cada uno debe verse, sentirse, pensar y comportarse como los demás. Esto contradeciría el genio de Dios, que creó a cada hombre diferente de su hermano, a cada hijo diferente de su padre. Incluso los gemelos idénticos no son idénticos en sus personalidades e identidades espirituales.