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“Vivir en Armonía” - Parte 3

Carlos Peralta (der.) durante la conferencia "Vivir en Armonía"
Carlos Peralta (der.) durante la conferencia "Vivir en Armonía"

11 de diciembre de 2014

Domingo 16 de noviembre de 2014

La última sesión de la conferencia fue una reunión de testimonios, donde los participantes que desearan podían tomar el tiempo para expresar sus sentimientos respecto a lo que hubieran aprendido o sentido a lo largo de los mensajes y testificar de las verdades del Evangelio restaurado. Fue una reunión donde se pudo sentir el Espíritu tocando el corazón de los asistentes, testificando del amor de Dios por cada uno de Sus hijos e infundiendo un sentimiento de caridad, esperanza y fe.

Entre los mensajes constantes de la reunión de testimonios podemos resaltar los siguientes:

  • Dios ama a todos sus hijos por igual, no hace acepción de personasIMG_6790
  • La compañía del Espíritu Santo es lo que nos guiará en la vida al tomar decisiones importantes
  • Nada ni nadie nos puede apartar del amor de Cristo
  • El viaje de auto aceptación es uno difícil pero Dios siempre está de nuestro lado
  • Las familias viven procesos de aceptación al igual que nosotros
  • Debemos cultivar relaciones familiares de amor y confianza
  • Vivir de manera auténtica y elegir un estilo de vida saludable y digno, en armonía con las enseñanzas del Evangelio
  • La comunidad que nos brinda Afirmación nos fortalece y fortalece nuestro testimonio
  • El rechazo que puede mostrar un líder o un familiar debe ser tolerado con paciencia y nunca contestado con rencor
  • Tenemos el albedrío de vivir de acuerdo a nuestra propia conciencia
  • Nuestro Padre Celestial está contento con la obra de Afirmación
  • Debemos llevar a más personas el mensaje de amor y aceptación para que sepan que no están solos
  • La familia es la parte central de nuestra vida y debemos esforzarnos por vivir en familias más cristianas
  • La actitud de la Iglesia está cambiando, y debemos ser motores en ese cambio al estar presentes y ser auténticos, fortaleciendo el diálogo

IMG_6801Al concluir la reunión de testimonios tuvo lugar una despedida que cada vez parecía prolongarse mas y mas. Compartimos abrazos, lágrimas, palabras de aliento y de agradecimiento, tomamos muchas fotografías e intercambiamos contactos. El salón estaba lleno de alegría y de amor, ya pesar de las tribulaciones que cada uno tenía, pudimos tener un momento de paz y sentirnos parte de una comunidad más grande de los que cabíamos en esa reunión, una comunidad de Afirmación Internacional, donde a pesar de encontrarnos lejos, compartimos el mismo viaje de aceptación.

La conferencia nos deja con un buen sabor de boca, ya que las expectativas fueron cumplidas y sobrepasadas. “Vivir en Armonía” llegó como un bloque de fortaleza a la columna de Afirmación México, el poder contar con miembros fundadores de la organización nos hizo ver al pasado y recordar todos los sacrificios y el dolor que hemos recorrido como mormones LGBT, fue tomar la estafeta y seguir la carrera con la mira puesta en un futuro glorioso, del que esta conferencia será a su vez el cimiento. Un futuro de esperanza, de amor y de hermandad donde no habrá más historias de dolor.

Con el último “amén” de la conferencia partimos en unión sabiendo que los lazos que formamos son eternos y que el conocimiento que recibimos nos fortalecerá durante mucho tiempo, que debemos compartir el mensaje de esperanza y sobretodo, partimos con el deseo de que la próxima conferencia llegue pronto. Sólo podemos imaginar cómo será de aquí a un año, pero tenemos esperanza de que la próxima Conferencia Anual será un faro de paz para todos aquellos que, como nosotros este fin de semana, buscan un lugar a la mesa y cuyos caminos de vida los han llevado a esta intersección entre su sexualidad y el testimonio que tienen del Evangelio restaurado.

Al partir cantemos himnos de loor
al Eterno Padre por Su gran amor.
Por Sus gratos dones, por cuidado fiel,
suban nuestros himnos siempre hacia El.
Por misericordia, gracia, y amor,
cánticos alegres lleguen al Señor.
Por las bendiciones que nos manda Dios
demos alabanzas con alegre voz.
Redentor, oídnos himnos elevar;
a tus fieles santos dígnate mirar.
Sálvanos, oh Cristo; guárdanos de error.
Vamos a servirte y mostrar amor.
(Himnos, 91 “Al Partir Cantemos”)

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