Autenticidad
Soy mormón. Y yo soy gay. Y todas esas identidades son sagradas. Todos son santos. Todas son verdades ungidas que me hacen quien soy.
Temía volver a ponerme el disfraz. No importa cuán hermoso fuera, no importa cuán deseable lo encontraran otros, no tenía sentido existir dentro de un disfraz.
No es agradable cuando no encajas. Y una de las formas en que aprendemos a sobrellevar la situación es sacrificar la integridad. Supongo que todos hemos sido culpables de un pequeño engaño para no ser vistos como diferentes. Estar de acuerdo verbalmente con lo que dicen todos en el grupo, cuando realmente no lo crees. No hablar y decir "Eso no está bien" cuando eso te pondría en desacuerdo con la mayoría. Dejándose llevar por la presión para conformarse. Pero el autoengaño resulta difícil de soportar y de mantener.
Una declaración del Comité Ejecutivo de Afirmación: Mormones, familias y amigos LGBT