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Mi vida a la deriva

Pequeño velero en el agua

12 de septiembre de 2019

Pequeño velero en el agua

de Luiz Correa

¿Con qué frecuencia en nuestras vidas nos sentimos perdidos, como si estuviéramos en medio de la nada, sin saber en qué dirección debemos ir? ¿Con qué frecuencia nos sentimos como si estuviéramos solos en un barco en medio del océano, tratando de pilotar en línea recta con nuestra vida religiosa en nuestro puerto y nuestra orientación sexual o identidad de género en nuestro estribor? ¿Cuántas veces hemos querido ir de un lado o de otro, o quizás ambos si fuera posible hacerlo sin partir el barco y seguramente hundirnos? Lo he hecho, y al tratar de tomar estas decisiones, ni siquiera una brújula podría decirme en qué dirección ir.

¿Dónde dice en las escrituras que no puedo seguir mi religión mientras vivo una vida plena como hombre gay? Al navegar por estas aguas, siempre sentí que tenía que decidir de qué lado de estas realidades navegar, escuchando a los líderes de la iglesia decirme que debía ir de una manera u otra. Mi espiritualidad ha sufrido, pero siempre he tratado de ser una persona espiritual.

He sentido la mano del Señor guiándome, diciéndome que no debería perderme, que debería ser quien soy por dentro y por fuera. Su mano guiándome hacia dónde debía navegar. Pero soy yo en el bote en medio del océano, y depende de mí pilotar hacia el horizonte, sea cual sea la dirección. Mi destino es solo mío.

No importa a dónde dirija, sé que habrá mares agitados y que otros criticarán mi dirección. Habrá maremotos y tsunamis que me vendrán agresivamente, trayendo críticas violentas diciendo que mi forma de vivir no es correcta y no es de Dios. Pero sé que ahora estoy completamente solo. Incluso en medio de los problemas, tengo a Dios para dirigirme y protegerme.

Con la guía de Dios, puedo tener la confianza de que puedo navegar a cualquier lugar sin perderme ni arrepentirme de lo rudo que he elegido. La certeza de que soy un hijo del Padre me da confianza en las decisiones que tomo y en la dirección en la que navego. . Sé que Él me da la bienvenida y sabe lo difícil que fue estar a la deriva en alta mar durante años, sin saber qué camino tomar y esperando que Alguien decidiera por mí.

Comentarios de 2

  1. Michael H en 12/09/2019 en 10:48 AM

    Esto es realmente poderoso. Sí, es solo nuestra decisión, y sí, Dios nos apoya al tomar la decisión. Y debemos apoyarnos mutuamente. Pero ya sea que otros nos apoyen o no, ya sea que otros se burlen de nosotros o no, Dios está a nuestro lado al asumir la responsabilidad de nuestro camino. Gracias por decir esto de manera tan clara, concisa y visual.

  2. Billie en 15/09/2019 en 10:24 PM

    Soy una mujer transgénero y mientras leía tu artículo mis ojos se abrieron y vi que Dios está conmigo en este hermoso viaje gracias por compartir

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