Ir para o conteúdo

El barrio Washington Park da la bienvenida a sus miembros LGBT

parque da enfermaria

24 de outubro de 2014

185114_3759859991358_2008967088_n

Parque Barrio Washington · Seattle, Washington · 19 de outubro de 2014

por Lismarie Nyland

Después de despertar la mañana del domingo y luchar con mis niños pequeños para que se vistieran y lograran salir por la puerta, nos embarcamos en el ferry a Seattle para assistir a una reunión sacramental especial en el bairro Washington Park. El presidente de estaca, obispo, y la presidenta de la Sociedad de Socorro estuvieron involucrados en la planificación de esta reunión enfocada en invitar a los hermanos y hermanas LGBT dentro de sus bairros, estacas, y más allá. Yo estaba muy emocionada de escuchar a Mitch Mayne y me decepcionó en cierto grado sabre que no podría asistir debido a una enfermedad. Cuando llegué al centro de estaca North Seattle, me emocioné de novo al sabre que Celeste Carolin estaría hablando en su lugar. ¡Habíamos sido amigas no Facebook desde hace algún tiempo y ahora conseguiría verla, escucharla y conocerla!

Al comenzar su discurso dijo: “Yo soy abertamente gay y activa en la Iglesia” ¡Quería gritar de emoción! Era la primera vez que oía la palabra “gay” desde el púlpito de una capilla mormona. Ella continuó compartiendo su historia de auto-descubrimiento y de cómo llego a sentirse cómoda de ser su auténtico yo. De particular importancia para mí fue cuando habló del mandamiento de amar a Dios como uma relação bidireccional: ella siempre había amado a Dios, pero tuvo que aprender a aceptar el amor de Dios por ella. Y, al hacerlo, ella aprendió a amarse y aceptarse a sí misma ya su vez a amar y aceptar a los demás con facilidad.

Previo a su charla, la presidenta de la Sociedad de Socorro, Molly Bennion, habló y dio un maravilloso mensaje de inclusión. El punto principal de su charla fue que, independentemente de lo que seas (no creyente, de las que usan ropa sin mangas, fumador, feminista, de los que van al Templo, LGBT, etc.) eres amado y necesitado en la iglesia y que debemos centrarnos en las doctrinas que nos unifican, a sabre, amarnos los unos a los otros. El obispo también hablo sobre aumentar a diversidad, la inclusión y el amor puro de Cristo en nuestras congregaciones. O presidente de estaca conclui a reunião com uma mensagem rápida de amor. Mi audible y apropiado “Amén” fue acompañado por gritos y gritos de “¡AMEN!” dentro de mi corazón. Me quedo ahora con la esperanza de que esta reunión sacramental sea un pequeño vistazo al futuro de muchas reuniones sacramentales por venir.

A continuación el discurso de Celeste Carolin:

Foto de Celeste Carolin

Olá, mi nombre es Celeste. Soja abertamente gay e ativa na Igreja. Como una mujer gay, nuestro mundo tiene un montón de estereotipos y me gustaría aclarar algunos. Nunca ele jugado softbol. No odio a los hombres. Me afeito las piernas. Nunca ele aspirado a ser maestra de educación física. Y la última: ser gay sem uma opção para mim. Ahora una confesión: conduzco un auto familiar… y tengo un gato.

Hoy quiero contales una historia de miedo, ira, elección, amor, y sobre aceptar el amor de los demás. Me imagino que todos ustedes han pasado por sus propias historias, o están pasando por algunos de los mismos procesos. Yo crecí con mucho miedo. Crecí em uma família disfuncional em uma zona muito rural de Montana, com 2.500 habitantes. Conocía a la mayoría por sus nombres y, como en cualquier pueblo pequeño, hay un montón de rumores. Uno sabe de los asuntos de todos los demás porque no hay nada más que hacer. Yo no sabía mucho acerca de outros tipos de personas. Creo que, no cuarto grado, uma familia afroamericana se mudó al pueblo e yo pensé “¡Esto es increíble!”. A veces escuchaba rumores y lenguaje despectivo sobre los gays, pero no conocía a ninguno. Yo no sabía nada al respecto.

Al pasar el tiempo, terminé viviendo con otra familia durante os últimos años de mi adolescencia. Eran una buena familia mormona, muy conservadora. Me enviaron a la universidad porque yo quería ser mecánico de bicicletas. Ellos pensaron que era uma ideia mala y que yo debería ir a la universidad. Terminé yendo a la escuela en BYU Idaho y fue una experiencia realmente única para mí. Fue una yuxtaposición de algo realmente grandioso y algo realmente malo.

Durante este período, mientras estaba em BYU Idaho, me di cuenta de que era gay. Por alguna razón me había perdido de eso los primeros años de mi vida… pero no había lugar para eso. No había un lugar en mi religión. No había lugar en mi testimonio. No había lugar en mi familia. Não me sentía como si hubiera un lugar en esta iglesia. Sentía mucha vergüenza e ira y no lo podía entendre. Me llevó un poco de tiempo. Me llevó un poco de tiempo lograr pasar a través de eso; conseguir estar allí en BYU Idaho, donde se suponía that debía ser perfecta.

Había trabajado muy duro para ser perfecta. Yo sabía que esto (ser gay) era parte de mí y entonces me enfoqué realmente en cumplir con mis llamamientos, enseñar clases de escuela dominical, ir a los devocionales, a las noches de hogar, a cada charla fogonera, sirviendo cada vez que podía … Porque no sabía qué mas hacer. Pensaba que si hacía todas esas cosas, esta “cosa” se iría… pero no fue así. No desaparecía. Seguía frustrada e com esa cantidad (expressiva) de vergüenza, me sentía como si no mereciera el amor de nuestro Padre Celestial. Me cerré a mi familia, me cerré mis amigos y me aislé por un largo tiempo.

Sentí que sólo tenía dos opciones y realmente no me gustaba ninguna de ellas. La primera era dejar la Iglesia y ser auténtica sobre lo que yo sentía. A segunda era permanecerá na Igreja e ocultarlo. Sentía que no podía hacer ninguna de esas cosas. Ninguna de esas cosas eran lo que yo quería hacer.

Pasé los siguientes siete años enojada. Me imagino que todos ustedes han sentido un pooco de ira en su vida. Aún iba a la iglesia por mis conexiones sociales, pero me gustaba pasar mi tiempo en los pasillos, acostumbraba irme después de la primera reunión, y entonces me enojaba por eso. Recuerdo that un day estaba con mis compañeros, that eran all mormones, (me caen muy bien los mormones) y yo estaba de mal humor respecto a la iglesia, y estaba diciendo todas las cosas que não funcionaban para mí, y una chica dijo: “Entonces, ¿por qué no te vas? Si es tan malo, ¿por qué no te vas? ” Você responde: “Bueno, porque no quiero”. Y en ese momento tuve una gran sensación de claridad. Ahí mismo. Porque no quiero. No quería irme, pero quería cambiar la forma en que me sentía. Esa fue la primera vez que empecé a hacer mejores preguntas. Me puse de rodillas y le pedí a mi Padre Celestial lo que sentía por mi… si Él me amaba… Y si estaba de acuerdo con la forma en que yo era… Y algo realmente hermoso sucedeu. Mi mundo cambió porque tenía un Padre Celestial que me amaba… y yo no estaba rota.

Mi curación comenzó con el amor. El amor de mi Padre Celestial. Había algo que não entendia sobre o primer mandamiento de amar a Dios: que se tratava de uma relação e não importa o mucho que sirviera e o mucho que amara, não era una verdadera relação porque você não era capaz de aceitar Su amor. Y entonces, cuando yo fui capaz de aceitar o amor, Él (el amor de Dios) abriu o meu mundo.

Empecé a ir de nuevo a la iglesia, pero realmente no sabía qué hacer. Así, todavía mentí un poco. Nosotras las chicas, cuando nos juntamos, sobre todo nos bairros de adultos solteros, tendemos a tener un enfoque tipo secundaria sobre las citas. Cuando hablábamos de los muchachos con los que nos habíamos besado… ya saben, yo inventaba algo. Me sentí como si hubiera aterrizado de novo na eleição de la opção uno ou la opción dos. Aún no funcionaba para mí.

Después de siete años en Boston sentí fuertemente que tenía que mudarme a Seattle. Todos mis amigos estabelecidos em Boston. Yo tenía un trabajo impresionante en Boston. Me encantaba Boston. Yo sabía que si venía aquí (em Seattle) sería muy duro. Las personas que me conocen bien, saben que yo soy algo obstinada y que me gustan las cosas difíciles y pensé: “¡Esto podría ser un riesgo increíble!” Pero, cuando llegué a Seattle, me dieron la oportunidad de reiniciar. Yo pensé: “¿Qué pasaría si era honesta?… ¿Y si hubiera algo intermedio? ¿Qué pasaría si sólo dijera a la gente, '¡Esto es un pedazo de mí y te amo!'? ... Y los amo, en primer lugar ”

Cuando tuve el câmbio de paradigma de centrarme en “amarlos a ellos primero”, cambió mi mundo en la iglesia. Todos los domingos, mi objetivo era servir ao menos a cinco personas nuevas y tenía un tablero en mi pared del dormitorio con la gente que iba a conectar, gente con la que iba a salir en citas dobles, ¡Yo tenía un plan! Al principio, mi razonamiento era bastante simples: Quería volver a mi hogar… y quería volver a un lugar donde realmente me sintiera en casa.

Cuando empecé a centrarme en “a quién podría amar” em lugar de “quién no me estaba amando”, mi mundo cambió realmente. Todavía había momentos -no todo era perfecto- en que me sentía acorralada. Obviamente, eu muito diferente a otras personas y la gente se hacía preguntas. ¿Cómo podría yo ser mormona y gay? Lo que yo hacía era escucharlos y amarlos y siempre darles las gracias por darme a oportunidade de ver uma perspectiva diferente. Para darles tiempo de verme, de ver lo que soy.

Por ser gay y mormona, mi vida ha cambiado. Cuando vivía en Conrad, Montana, yo no era muy tolerante. No era muy cariñosa y no aceptaba las cosas diferente. Ser gay me ha dado la capacidad de ser amable. Hablamos de Laman y Lemuel y sus corazones endurecidos… Siento como que pasé un montón de años con ese corazón y esta oportunidad me di la posibilidad de ver a la gente como es y amarla de verdad.

Encontré movimiento y aprendizaje en esta experiencia. Lo primero porque yo no tenía ningún movimiento en mi testemunho o en mis relaciones cuando estaba enojada. Estaba congelada. Me había quedado atrapada exactamente donde estaba. Lo segundo porque me tuve que mudar de mi cabeza a mi corazón. Al ser capaz de sentir la Iglesia en mi corazón, y sentir el Espíritu, cuando estaba rodeado de gente que me encantaba, lo entendí. Entendí los mensajes sencillos. Cuando me metía en mi cabeza y trataba de hacer que todo el plan funcionara, no lo lograba y me sentía enojada y frustrada. Mi segundo aprendizaje mas grande fue que viví el evangelio en mi corazón. La tercera cosa que aprendi fue que somos más parecidos de lo que somos diferentes. Assim que (les confieso) en realidad me encanta cortarme el cabello y ver películas de chicas, me gusta cantar canciones de la iglesia, y escuchar el Coro del Tabernáculo Mormón en mi coche.

También aprendí a hacer mejores preguntas. Cuando me mudé al barrio Elliott Bay hace poco más de um ano, me reuni con el obispo, una práctica bastante normal. Estaba un poco nerviosa porque no sabía lo que iba a pasar, porque yo ya había decidido que iba a ser honesta. Me senté con él y le dije un pooco de mi historia. Yo estaba dispuesta a -no sé qué- estaba lista para algo. No sabía lo que iba a suceder. Mi obispo se puso a llorar… y dijo: “Debe haber sido muy difícil salir del clóset en BYU Idaho. Si te sientes cómoda, ¿me podrías hablar sobre eso? ” Sin asumir nada… compasión plena… y sólo amor. Alma enseñó a su pueblo que estamos para consolar y llevar las cargas de los otros, para que puedan ser más ligeras. No momento, él aligeró mi carga.

El siguiente paso fue un poco más dificil: dejar que el barrio me amara. Yo era bastante buena en “voy a poner mi energía allá afuera” pero todavía tenía dudas. Yo dudaba de que en algún momento podría ser rechazada, que en algún momento me dirían que não era lo suficientemente buena o que não pertenecía a ese lugar. Hubo un punto en el que sólo cedí al amor de nuestro Padre Celestial y dejé que el barrio me amara.

Minha experiência de ser gay e mormón criou esta profunda comprensión del amor. Le dije a uno de mis buenos amigos este año que yo sólo quería dejar mi trabajo y amar a la gente. Quería amar a mis hermanos y hermanas. Quería que ellos sintieran lo que yo vislumbré con mi obispo ese día. Esa visión de que yo pertenecía, que valió la pena, que me necesitaban, y que había un lugar para mí en mi casa.

Siento que o último ano foi um zumbido. El Espíritu me ha llevado al barrio en el que estoy en en este tiempo, yo lo sé. Sé que hay un lugar para todos nosotros. Sé que cualquiera que quiera estar aquí puede crecer y aprender del Espíritu. Siento la veracidad del Evangelio e siento the love continuo de Dios mediante la oración y la revelación personal Por encima de todo, testifico that hay un place for ustedes y los invito a that vengan a casa.

Soy una persona que practica surf, soy una ciclista, y soy una mormona abertamente gay. Digo estas cosas en el nombre de Jesucristo, Amén.

1 comentário

  1. viec lam them can tho em 20/07/2016 às 4:47 AM

    Obrigado pela postagem maravilhosa! Eu gostei bastante de ler isso, você
    acontece de ser um grande autor. Sempre irei marcar seu blog e irei
    volte mais tarde na vida. Eu quero encorajar
    você continua seu ótimo trabalho, tenha uma boa tarde!

Deixe um Comentário





Role para cima