Ir para o conteúdo

Pulsando o interruptor: dejar que Dios ilumine el camino

iluminando o caminho

12 de março de 2018

Por Kathy Carlston

2011 fue un gran año para mí. Em julho, depois de años de ir a terapia y trabajar con varios obispos con la esperanza de encontrar algún camino, algún remedio para librarme de la atracción por las mujeres, hice una cita para hablar con mi de estaca. Después de contarle mi historia, sugirió que me contate com Carol Lynn Pearson, quien casualmente vivía en mi estaca. Ella escutou pacientemente e com atenção, fazendo pregações para extraer del pozo las frustraciones en las que me estaba ahogando. Había estado esperando consejos sobre qué hacer, pero en cambio, ella me dijo que esta era mi vida, mi camino, y aunque ella con mucho gusto caminaría conmigo, yo era la que estaba a cargo. Dejé su casa con una copia de su libro, Chega de despedidas: circulando nas carroças ao redor de nossos entes queridos gays (No más despedidas: Poniendo em círculo las carretas alrededor de nuestros seres queridos gais).

Nunca ele foi una gran lectora. Antes de ese momento, era suerte si terminar una novela antes de que se cumpliera un año. Pero una semana más tarde, había devorado «No More Goodbyes» y empecé a leer todo lo que caía en mis manos.

Después de meses de investigação e búsqueda profunda, uno de mis mejores amigos me preguntó si estaría interesada en escribir un artículo para A edição da primavera de 2012 do Exponent II (El Exponente II de asuntos de la primavera de 2012), que se dedica a historias LGBT. Em outubro de 2011, apresenta uma cartilha para o artigo da página 16. Unos días depois de Navidad, compre e leia a compilação de ensayos de Brent Kirby, mórmons gays ?: Experiências Santos dos Últimos Dias de Atração pelo Mesmo Sexo (¿ Mormones gais? Experiencias de los miembros SUD con la atracción hacia su mismo sexo). Cuando leí la historia de Blake Hoopes, se me ocorreu que na realidade nunca le había preguntado a Dios qué pensaba sobre mí siendo gay. Siempre le había rogado que me ayudara a cambiar o que me lo quitara por completo.

Assim que me arrodillé al lado de mi cama, cerré los ojos y pregunté. Instantáneamente tuve una de las experiencias espirituais más intensas, sino fue la más intensa que tuve. Estaba llena de paz, aceptación y, sobre todo, esperanza. Me sentí que Dios no solamente estaba bien conmigo siendo gay, sino que estaba emocionado de que fuera a buscar a alguien a quien amar y hacer todo lo posible para pasar el resto de mi vida encontrando diferentes maneras de hacerla reír. Pero además de eso, tuve una sensación casi física de um interruptor que se apagó na parte posterior de mi cabeza, y de repente, ese deseo y anhelo que tenía de estar muerta, que había llevado desde que era una niña, ya no estaba .

Esta experiência sucedeu em um momento de mi vida em la que sospechaba extremadamente de las experiencias espirituais em geral. Pero haber experimentado tal revelação con este interruptor fue increíblemente valioso. Sospeché que los sentimientos se desvanecerían, y que después de um par de días, todo volvería a ser igual a como me había sentido desde la infancia, pero ha pasado un pooco más de un año y medio y nunca foi la misma.

Para mim, o fascinante de toda a situação era que havia estado preguntando, suplicando e pidindo que se ativara o interruptor equivocado. La sanación y la alegría that han tejido su camino en mi life from esa experiencia me han dado una profunda esperanza, dirección y fortaleza.

Si bien puedo considerar as possíveis conclusões de los años en que se me mantuvo en la oscuridad como la tortura innecesaria de un Dios sádico, personalmente no me siento así. A pesar de que ha habido tanto dolor, Dios ha renovado mi fortaleza cientos de veces. Aunque parece que cada 5 minutos pierdo la fe en my misma, Dios levanta mis ojos, me ayuda a reír y me da consuelo. A pesar de que ha habido muchas veces en las que he sentido que perdí mi integridad (mis opinión sobre la Iglesia, sobre mi situación, sobre todo lo demás han cambiado tanto que en um momento estoy de um lado y al siguiente mi opinión es exactamente la opuesta), y aunque me siento tan perdida em um mar de ruido, Dios camina pacientemente a mi lado, solo esperando que gire mi cabeza y pida su opinión. En este ponto de minha vida, no estoy segura de por qué, pero siento que parte da razón por la era cual importante para mí caminar este camino era para saber que: A) No podía cambiar porque B) no estaba descompuesta y C) Dios nos ama, camina con nosotros, conspira para nuestra felicidad.

Kathy Carlston es una lesbiana muy abierta que también encuentra that hablar en tercera persona es extrañamente divertido. Es también atualmente miembro activa de la Iglesia. Después de graduarse en Matrimonio, Familia y Desarrollo Humano por la Universidad Brigham Young, se fue de novo a la escuela para estudar Animación y Efectos Visuales na área da Baía de São Francisco. Desde entonces, ha estado haciendo cosas que se ven asombrosas en pantalla.

Deixe um Comentário





Role para cima