¿Se está haciendo realidad el sueño?

Por Randall Thacker, Setembro de 2012

Traducido por César Carreón Tapia

Estaba sentado hoy na Iglesia, contando mis bendiciones, sintiéndome acogido no sólo por los miembros de mi barrio, sino también por el calor del Espíritu que sentía al escuchar a los oradores y los números musicais. A punto de derramar lágrimas al reflexionar en el año que pasaba, en el que me reintegrar a mi comunidad mormona. Ha sido casi un año from that decide regresar a la Iglesia SUD, abertamente como un hombre gay en una relación. Estoy sobrecogido por el gran amor que siento al ser tejido de nuevo na tela de la hermandad por los líderes y por los miembros.

Cuando regresé por primera vez à la Iglesia y le conté mi historia al obispo, él me dijo: «Yo no soy portero del Señor. Mi rol es acercar a las personas a Cristo. Por favor ven, y espero que te sientas bienvenido aquí ». Não mencionó nada acerca de consejos disciplinarios, sino un interés genuino en mi bienestar individual y mi crecimiento espiritual.

Esos primeros meses fueron difíciles, pues yo batallaba con pensamientos como «¿Por qué quieres seguir adorando con personas que tal vez en verdad no te quieren con ellos?» o «En algún ponto se voltearán contra ti y te excomulgarán». Faça a determinação de probarme a meu mismo que esas declaraciones internas eran falsas… y así ha sido. Todos los prejuicios previos que tenía de cómo los mormones reaccionarían ante mi situación se derrumbaron.

Aproximadamente seis meses después de regresar (a la Iglesia), el obispo me invitó a servir como pianista de la Primaria, seguido depois de la invitación de ayudar en el programa de tutoría para gente de escasos recursos de la Iglesia, y luego para hablar en la reunión sacramental el día del padre. Mis nuevos maestros orientadores (un matrimonio) han sido también muy amables y ¡no pueden esperar a conocer a mi otra mitad! Estoy conciente that soy extremadamente afortunado de vivir em uma área muy progressiva de la Iglesia y that las experiencias varian enormemente en distintas partes del mundo para los mormones gays. Me lamento cuando escucho historias em outras áreas do país donde los son inmediatamente disciplinados, maltratados e incluso arrojados de sus iglesias y hogares. ¡Si yo fuera un ángel y se me concediera el deseo de mi corazón, para salir y hablar con la trompeta de Dios y proclamar a todos mis hermanos y hermanas mormones gays ya sus familias para que sepan que Dios les ama, dejaría saber a todos los obispos cómo me ha tratado el mío!

Yo tengo un sueño: que un día los mormones LGBT que quieran al mormonismo ya la Iglesia SUD como parte de seu camino espiritual, puedan sentirse bienvenidos em cada barrio alrededor del mundo. En mi sueño los veo contribuindo com seus talentos e feitos com a comunidade em seus bairros e veo a los hermanos heterossexuais abriéndoles las puertas de sus hogares. Veo a um pareja gay sentado na iglesia com um pareja heterossexual a seu lado, mientras los hijos de ambos se arrastran y juegan debajo de las bancas. Los veo hablando en las reuniones sacramentales, ayudando a cuidar del enfermo y el afligido, sirviendo como líderes de la juventud, cantando en el coro, recibiendo y haciendo visitas de orientação familiar. Los veo usar su entendimiento de lo que es ser rechazado como un bálsamo para alcanzar y ayudar al más pequeño de los hijos de Dios. Este es mi sueño.