Despegando
Por Rene Martinez Torres
En mi camino al trabajo solía pasar diariamente enfrente a una capilla. Cada vez que a hacía sentía como si um imán atrajese mi atención a ella, por lo que um dia tomé nota del letrero colocado à frente. Encontré en Internet que sus miembros eran “mórmons”. O Busqué entra no conjunto de palabras “mormones gay” y, cuando leí los resultados, llegué a una conclusión: “esto no es para mí”. Pero antes de olvidarme del asunto me suscribí a un “grupo” de mormones gays llamado “Afirmación”. Sólo porque sí.
Un día, apareció un aviso en el boletín del grupo invitando a una conferencia titulada “Todos son iguales ante Dios” dirigida a mórmones gay, amigos y familiares. Ciudadanos americanos vendrían à dar la mayoría de las charlas, por lo que decidí asistir. Al llegar me sorprendieron dos cosas: lo humilde de las instalaciones y la calidez de los organizadores. La calidad de las presentaciones era equiparable a la de cualquier conferencia internacional a la que hubiese asistido antes.
Lo ocurrido en ella me rebasó; al no ser mormón entendí muy poco la problemática de los asistentes, pero los pude sentir. Recuerdo haber preguntado al presidente del grupo:
- ¿Por qué están aquí? ¿Qué motiva a todos ustedes a viajar miles de kilómetros sin un sueldo?
- ¿Por qué crees tú? -contestó.
- No sé… ¿Porque quieren ayudar a sus hermanos en um país menos desarrollado que el suyo?
- ¡Ahí lo tienes! -Dijo sonriendo.
Como parte da agenda, nos convidamos ao Centro para Visitantes. Yo dudaba en asistir hasta que escuché, semidormido, una voz en mi mente: «Tienes que ir al templo», así que fui. En el Centro para Visitantes me obsequiaron un ejemplar del «Livro de Mormón».
Pronto las misioneras me enseñaron a orar y cada vez que lo hacía, recibía una respuesta. Sintiendo la presencia intermitente del Espíritu, mi casa tranquila, yo on-line yo de mejor ánimo que antes de iniciar el camino, decide ingresar a la Iglesia.
Me quedó claro en la conferencia que el Obispo es una figura clave que influencia la postura de los demás miembros hacia un individuo gay, por lo que decidí solicitar una entrevista con el para sondear su posición. Para obtenerla, hube de hablar antes con otros hermanos. En nuestras charlas yo siempre les mostraba las pages Web que nos enseñaron en la conferencia, explicándoles lo que sabía al respecto de la posición oficial de la Iglesia hacia la gente gay, y del trabajo de grupos como «Afirmación». En todos os casos el hacerlo tranquilizaba um interlocutor mi.
Ele foi bautizado. ¡Estoy muy feliz de haberlo hecho! Mis nuevos hermanos en la capilla me han dado una calurosa bienvenida; me han abrazado, me han dicho que debo considerarlos uma segunda família e han reiterado su disposición a ayudarme en lo que necesite. Me siento muy agradecido de that hayan venido nuestros hermanos de más allá de la frontera. Si no fuera por su visita yo seguir siendo «gay», porque gay nací, pero no sería un «mormón gay».
Sé que tengo mucho que aprender: nunca ele leído la Biblia, y apenas ele iniciou o livro de Mormón, pero he visto películas e leído libros sobre la vida de Jesucristo por lo que tengo una idea sobre su personalidad. Bem, cada vez que me ocurre alguna situación, en especial si es dificil o desagradable, me pregunto: “¿Qué habría hecho Él? Casi siempre la respuesta es: “simplemente hubiese sonreído”.
Ahora sonrío más.