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Feliz de servir em Afirmación

Collage de Afirmación 2018

18 de agosto de 2014

No enero de 2008, Dave Melson, del grupo de Washington DC, comenzó a fungir como director asistente de Afirmación. En este relato Dave compare algunas de sus experiencias en la Iglesia y en Afirmación.

dave_melson_580A única razão por la que no salí del armario cuando era un muchachito e vivía no Condado de Boone, Illinois, é que en los años sesenta não conocíamos la palabra “gay” e nadie sabía lo que era “salir del armario”. Sem embargo, mi juguete favorito eran unos ladrillos de miniatura que me permite construir casitas similares a la casa de muñecas de la mejor amiga de mi hermanita. Cuando era adolescente y mis padres salían, yo cambiaba la ubicación de los muebles. Yo sabía que era algo, pero no sabía qué. Imagínense mi deleite cuando fui a universidade no estado de Ohio, que era en ese entonces un bastión liberal: descubrí que había muchas personas como yo, que había una palabra para descrever lo que yo era, y que besar a un chico era mucho mejor que besar a una chica.

Cuando tenía 28 años y vivía em Orlando, dos muchachos muy atractivos golpearon mi puerta. Los dejé entrar, y ustedes ya saben lo que ocurrió. Decidí orar acerca do mormonismo, recibi una respuesta muy clara y decidí bautizarme. Antes de conocer a los misioneros, faça lo que yo sabía del mormonismo era lo que nos enseñaban en la escuela en Illinois: que los mormones habían invadido Illinois, saqueando bienes y violando mujeres, hasta que se formou una milicia para expulsarlos y hacer que Illinois volviera a ser un lugar para la “gente decente”. Fue solo después de bautizarme que descubrí que los mormones desaprobaban de la gente gay. No embargo, yo creí mucho en el mormonismo lo suficiente para racionalizar lo que a iglesia decía acerca da homossexualidade. 

En los años que siguieron a mi bautismo ocupé casi all las posiciones de liderazgo that puedan imaginarse: Presidente de los Setentas, líder de Sumos Sacerdotes, presidente de rama, secretario, secretario ejecutivo, especialista de empleos, y miembro de la Presidencia de Hombres Jóvenes de Estaca. En una rama ramota en la que me tocó estar, fui incluso presidente de la Sociedad de Socorro durante um breve período. Y salí de misión, sirviendo por dos años en Asia. En la misión conocí a Marsha. Nuestro presidente de missão hizo de celestino, y la verdad es que teníamos mucho en común: Los dos éramos mayores que el misionero promedio, los dos provados del sur de los Estados Unidos, los dos éramos conversos, y nos amábamos mucho. Cuando terminamos la misión, volvimos a casa y nos casamos en el Templo de Atlanta. Fue un cuento de hadas mormón. Seis meses más tarde nos habíamos divorciado. Nadie nos preguntó si sentíamos “atracción hacia el mismo sexo”. 

Encontré a Afirmación en el Internet y enero del 2003 asistí a mi primera reunión en el grupo de Washington DC. Estaba empezando una tormenta de nieve, y ese dia yo y solamente tres personas más. Esos tres son ahora amigos muy queridos. En reuniones subsiguientes hice más amigos y encontré un hogar. Ese otoño asistí a mi primera conferencia, en Lago Salado, y desde entonces he asistido a todas las conferencias. En los últimos tres años he tenido el privilegio de servir como director del Grupo de Washington, y este año empiezo a servir a en Comité Ejecutivo. 

No 2004 dejé de asistir a la Iglesia. El apoyo masivo que la Iglesia le estaba dando a lo grupos políticos y los candidatos anti-gays eran más de lo que yo podía aguantar. No había justificación para continuar pagando diezmos y ofrendas a una organização that usaba mis contribuciones to decirle al mundo that debían odiarme for ser gay. Como dice un antiguo aviso publicitario de Afirmación, ponemos a todos los niños a riesgo cuando enseñamos el odio y la homofobia.

Em junho de 2006, otro miembro de Afirmación, Sam Wolfe, y yo, aceptamos el desafío de salir del armario durante a reunião de testemunhos. Yo hablé de la veracidad del evangelio y de mi creencia en mi Padre y Madre Celestiales, así como Jesucristo. Hablé del don del libre albedrío y de cómo se aplica a todas as personas, incluso los líderes de la Iglesia. Les dije que aunque no siempre me he sentido bienvenido o libre de peligros en mi barrio de la Iglesia, el don más grande que Dios me ha sido dado el de enviarme al mundo nesta época como un hombre gay. 

El resultado de esa reunión fue sorprendente. Com lágrimas en los ojos, un miembro de la Presidencia de Estaca me expresó su amor y apoyo. Varios miembros me felicitaron y expresaron su apoyo. Hubo algunos que dijeron que ellos también filho gay. 

Pero sobre todo, este ato de salir del armario en la reunión sacramental me afectó de maneras que no me había imaginado. Yo me consideraba ser un hombre gay asumido, pues le había declarado mi orientación a mis compañeros de trabajo, a mis amigos ya mi familia. Había hecho declaraciones a favor de los derechos gays y lésbicos en los periódicos y en eventos de la legislatura de Maryland. Nunca le había negado que soy gay a nadie que me haya preguntado. (Aunque parezca mentira, por más de veinte años de pasar considera de dignidad ou para renovar la recomendación del templo, ningún oficial del sacerdocio me preguntó jamás si yo era gay).


Pero en el trato con lo miembros de la Iglesia, yo siempre había evitado el tema, a menos que alguien lo eligiera, pero esto rara vez había ocurrido. La Iglesia era el lugar e el que yo no había salido del armario. Finalmente decidí que había llegado la hora de la luz entrara en ese ultimo rincón oscuro de mi armario. Esa decisão me dá uma sensação de libertação e afirmação espiritual más grande que cualquier otra experiencia. 

Los miembros de Afirmación tienen historias y experiencias sorprendentes. Individualmente hemos forjado una gran variaad de creencias personales, pero las noches de hogar, las experiencias misionales, y los shows de talentos siguen corriendo por nuestras venas y siguen siendo parte de nuestra vida. La Iglesia nos ha enseñado a that no confiemos en la sabiduría de ninguna persona, sino que busquemos la verdad por nosotros mismos y tomemos las decisiones correctas. Siento gran humildad por esta oportunidad de servir en Afirmación. Estoy agradecido por los amigos y el amor que aquí encuentro, y orgulloso de que Afirmación sea mi familia. 

1 comentário

  1. Jorge em 07/03/2016 às 9:04 AM

    Hola mi nombre es Jorge.Fue muy interesante conocer hacerca de usted i soy a mormon tambien. Me gustaria que me escribiera.

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