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Una misión especial

Collage de Afirmación 2018

18 de agosto de 2014

allison_binghamPor Allison Bingham

Hoy en día estoy mais convencida que nunca de la misión especial que los gays y las lesbianas tenemos in this life. Esa misión podría resumirse diciendo that debemos ser leales y honestos con nosotros mismos. Esa es la misión que debemos Practicar y enseñar a los demás.

Nosotros, por el mero hecho de existir, materializamos lo que significa el amor de Cristo. O debate sobre a homossexualidade, neste país e na Iglesia, muestra lo peor de la naturaleza humana, y revela un odio que me recuerda las matanzas que se han realizado en el pasado en nombre de la religión. La gente está enojada e atemorizada em los dos bandos. Ese odio puede llenar el alma de la oscuridad más destructiva. Ese odio es maligno y NO viene de Dios.

Nenhum puedo descreve o enojo que percibo en algunos de los mensajes de email que me llegan. Estos comentarios, sobre otras personas y sobre mí, sugere que debo vivir con miedo por el simples hecho de existir.

Precisamente porque o tema da homossexualidade genera tanto odio, sinceramente creo que Dios tienen una misión para nosotros: la misión de ser pacificadores y maestros. Los gays y las lesbianas somos la prueba viviente de ese odio, um testemunho de la impiedad que todavía existe entre los que más profesan ser piadosos. No somos nosotros los que ponemos en peligro la sociedad. Nosotros somos simplemente el blanco de los voltas. Es el temor, el fanatismo, el racismo, las injusticias, los crímenes de intolerancia, y el odio de la gente, dirigidos contra los gays y las lesbianas, filho lo que realmente pone a la sociedad en peligro. Es odio va dirigido contra uma gente que, en su mayoría, son pacíficos y productivos; un grupo de gente que se apoya mutuamente; una comunidade que se esfuerza conjuntamente por sobrellevar las dificultades; una comunidad que anhela desesperadamente ser aceptada por los demás; uma comunidade que ama las artes, la poesia, y las letras; una comunidad llena de sensibilidad, amor y compasión.

Cuando pienso en el plan de Dios, y en el hecho de que la sociedad vive en una atmósfera de odio, se me hace más claro cuál es la misión de los gays y las lesbianas en la Iglesia.

Uno de los desafíos más grandes que enfrentamos como sociedad y como raza humana es el de aprender a amarnos a nosotros mismos, perdonarnos a nosotros mismos ya nuestros enemigos, e finalmente amar a nuestros enemigos. Esos son los desafíos de vivir la ley más alta del evangelio. Es por eso que creo que los gays y las lesbianas tenemos una papel vital en la Iglesia y una misión especial en el plan de exaltación.

Quiero proponerles that nuestra misión es la de ser maestros, pacificadores, y mensajeros de luz. Y esto es algo que debe ocurrir en varios niveles:

  1. Primero, antes de poder amar a nuestros enemigos, tenemos que aprender a amarnos a nosotros mismos. Yo creo que el problema más grave de los gays y las lesbianas es el odio que sentimos contra nosotros mismos. Muchos de nosotros pasamos toda una vida aborreciéndonos, y ese odio es la base de tantas condutas autodestrutivas que vemos na comunidad gay.
  2. Segundo, tenemos que perdonar a aquellos que nos desprecian. Esto incluye nuestros padres, familiares, amigos, la sociedad en general, y la Iglesia. Esto también é parte do vivir la ley más alta. Muchos de nosotros nos pasamos la vida retribuyendo odio. Esto es parte de nuestra naturaleza humana, pero es vital que nos elevemos por encima de tales tendencias.
  3. Además tenemos que aprender a amar a aquellos que nos odian. This tercera meta también es parte de vivir la ley más alta, y absolutamente necesaria to alcanzar las metas 1 y 2. Esta meta implica mantenerse en contato com la Iglesia y no rehuir de los que nos odian. También implica darle a los demás la oportunidad de que nos conozcan, nos hagan preguntas, y servir de ejemplo a fin de disipar los mitos y los estereotipos que existen en cuanto a la gente gay.
  4. Finalmente, cuando comenzamos a alcanzar estas metas, estamos na posição de decidir cómo nos vamos a conducir nesta vida, es decir, si vamos a permanecer célibes o si vamos a vivir consagrados a una relación de pareja.

Con la ayuda de nuestro Salvador y Dios, tenemos que empezar a vivir en armonía con nosotros mismos. Nadie tiene derecho de juzgar o condenar nuestras decisiones individuales. Sin importar qué elijamos, ES VITAL que vivamos com honra, com honestidade, sin malicia, y con compasión. A medida que los demás aprendeu a respetar nuestras decisiones, debemos ser compasivos, vivir sin malicia, y construir una sociedad donde toda la gente pacífica pueda convivir.

Solamente se somos leais e honestos com os nossos mismos nesta vida, nuestra elección va a ser clara. Nuestro Padre y nuestra Madre Celestial van a derramar su amor y su apoyo. Yo creo que este ato de elegir cómo conducirnos en la vida es un convencionio sagrado entre cada individuo y Dios, un convencionio que não se ve afectado por lo que nos enseñan en la Iglesia.

Também cria que a fidelidade conyugal, a dedicação e o amor verdadero entre os adultos, do modo que Dios lo concibió, elementos necesarios para que aprendamos a vivir uma vida celestial. Si esto incluye a los gays ya las lesbianas, eso es algo entre Dios y cada individuo.

Los gays y las lesbianas debemos tomar conciencia del importante papel que tenemos nesta sociedade. Tenemos la misión especial de enseñar la paz y la justicia a nuestro prójimo, uma personas que a menudo filho hostiles y nos tratan con verdadero odio. Eso é precisamente o que significa “vivir una ley más alta”. Yo creo que en la comunidad gay se pueden encontrar algunos de los hijos and hijas más valientes de Dios, porque él sabía de antemano las dificultades que íbamos a enfrentar.

Miren a su alrededor. Lo que yo veo son almas nobres, fuertes y valientes, que oran y comparten sus vidas em busca de la verdad. Veo almas que no se esconden detrás de las normas y sanciones de la Iglesia. Veo almas que no siguen ciegamente a sus líderes sino que, como Pedro, Pablo y Moisés, buscan la verdad por ellos mismos, aplican esas verdades en sus propias vidas, y aceptan el desafío de enseñar a los demás lo que son la justicia y el amor de cristo.

Yo veo entre nosotros a los pacificadores deste mundo. Veo tanta preocupação com a justiça e o serviço abnegado. Veo tantos de entre os nosotros que silenciosamente sirven al pobre, al necesitado, o sirven en la comunidad y traen luz a tanta gente. Veo almas valientes que se esfuerzan por sobrellevar sus dificultades, pero que también buscan la manera de ayudar a los que los rodean.

Na conclusão, hay muchas cosas que todavía no entiendo, y una de esas cosas é a posição de la Iglesia con respecto a los gays y las lesbianas. Yo ele foi legado à conclusão de que, no lugar de seguir frustrada, o enojada, o amargada, debo aceptar que a posição de la Iglesia es lo que es; pero al mismo tiempo sé que debo ser leal y honesta conmigo misma, y que esta lealtad también tiene un propósito.

Esto es lo que he descubierto:

Lo mas importante es CÓMO me conduzco en la vida, cómo trato a mi pareja día tras día; cómo la honro, la amo, me sacrifico por ella; cómo soy paciente y la apoyo en todo lo que hace; cómo honro el compromiso mutuo que las dos hemos hecho; cómo me esfuerzo por superar mi naturaleza egoísta y aprender abnegación; cómo mantengo vínculos con mi familia; cómo elevo mi voz contra la injusticia; cómo me acerco a los necesitados; cómo le presto atención a alguien que está sufriendo; cómo me dirijo cada noche a mi Padre ya mi Madre Celestial; cómo desnudo mi alma delante de ellos y les digo: “por favor, perdónenme mis faltas, hoy he vuelto a esforzarme, por favor dénme fuerza mañana”; cómo trato de vivir de acuerdo con los principios que aprendi de niña; y cómo me esfuerzo cada día por recordarme a mí misma y decirle a los demás: “Dios te ama, la paz mar contigo, tu vida vale muchísimo, y tu muerte valdría tan poco”.

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