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Nos reunimos para celebrar la Navidad, reconociendo las bendiciones recibidas y la esperanza para los que están por venir. Esperamos que este sea el comienzo de la obra para cambiar la vida de tantos hijos de Dios, cuyos colores brillan como testimonio del amor de Cristo en esta vida terrenal.
Con el tiempo, aprendí y desarrollé el coraje para aceptar ser gay y mormón sin contradecir mi fe fundamental, una fe importante para mí ya que me conecta con aquellos que me han enseñado en el pasado que han migrado al mundo invisible.
Esta creación de Nuestro Padre Celestial, ha sido tomada como símbolo en esta región de Venezuela, siendo utilizada en su bandera, himno y escudo de armas. En Afirmación Venezuela, buscamos seguir el ejemplo de este hermoso relámpago, para llevar luz a quienes más lo necesitan.
Cada año, el 20 de noviembre, recordamos a las personas transgénero, las personas con variantes de género y las personas percibidas como transgénero asesinadas por odio. Para muchos que se quedan atrás, existe un sentimiento de obligación de hablar por aquellos que ya no pueden hablar, de contar sus historias y de apoyarse unos a otros.
Aunque sabemos que los inicios, implican situaciones desafiantes, en Afirmación Venezuela, también tenemos la firme convicción, de que estas hermosas misiones, son bendecidas y fructificadas, al ser instrumentos de guía e inspiración espiritual para los amados hijos celestiales, quienes cada día, deben enfrentar grandes proezas en su camino de aprendizaje y crecimiento terrenal.
¿Qué hubiera pasado si hubiera crecido en un hogar totalmente mormón, nacido bajo el convenio, con padres empapados de generaciones de la cultura mormona? ¿Y si me hubieran presionado a actuar así para demostrar que era un hombre? ¿Y si me hubiera sentido obligado a hacer todo lo posible para encajar con la multitud?
Poco a poco las cosas fueron más suaves, más tolerantes, más respetuosas. Poco a poco hubo más AMOR. Finalmente entendí que el Padre Celestial me amaba. A pesar de tener que soportar algún que otro invierno. El sol seguía brillando.
A medida que encontramos nuestro gozo como personas LGBTQ, nos corresponde internalizar las lecciones de nuestros primeros padres que se enseñan en el templo. Esta lección es que a veces para encontrar el gozo tienes que tomar decisiones difíciles sobre cuál es tu gozo y dónde se encuentra tu gozo. Y a veces tu alegría no se encuentra en el Edén.
Hemos descubierto el verdadero yo; nuestro Dios del Antiguo Testamento; nuestra rectitud moral; nuestro credo viril; a un precio elevado; de lecciones de piano y práctica de coro; de rojo, amarillo y azul; de palomitas de maíz sobre dulces; árboles florecidos; Pidiendo y nada se da.
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