Extender la invitación
Cuando en la comunidad de Afirmación un joven llamado Jordan compartió que pronto va a casarse y que hubieron algunas de las personas que rechazaron su invitación (por creer que asistir a un casamiento entre personas del mismo sexo es apología de la apostasía) y pedía consejo y apoyo comenzó un hilo de respuestas de apoyo y amor, entre todas las respuestas esta, la de Jacob, me pareció particularmente conmovedora.
Por Jacob Newman
Primero que nada, ¡felicitaciónes! Tú y tu futuro esposo merecen una vida llena de felicidad. Este es una pregunta importante (y una muy oportuna considerando cómo se toman los líderes de la Iglesia los asusntos LGBTQIA+) y una que puedo verme reflejado de cuando me casé en agosto de 2016.
Que yo me casara con un hombre fue difícil para mi familia, pero fueron realmente geniales. Invité a todos mis hermanos e incluso a algunos de mis parientes. Dicho esto, fui selectivo con quien invité. No sentí la necesidad de invitar a personas (especialmente a algunos de mis familiares) a las que no me sentía particularmente unido o personas que sentí que no me apoyarían ni me alegrarían ese día. Creo que mis padres todavía estaban asimilando un poco la situación, pero estaban dispuestos a ayudarme y ahora aman mucho a mi esposo.
Si no hubiera invitado a la gente que amo a la boda (o si hubieran elegido no asistir), se hubieran arrepentido. Pero al menos extendí la invitación. Creo que si rechazan tu invitación, no te arrepentirás de haberlo hecho, pero ellos podrían lamentar no haber asistido. Y te dirán en un momento futuro que lo lamentan. Mi sugerencia es extender tu amor y amabilidad a aquellos que rechazan tu invitación. La empatía puede recorrer un largo camino para cambiar los corazones. Cuando están condicionados a creer que el matrimonio entre personas del mismo sexo es un acto de apostasía, es difícil para ellos imaginarse asistiendo a un evento que podría ser visto como si ellos apoyaran la apostasía. Pero si muestras un amor verdadero como el de Cristo, sus corazones pueden cambiar incluso si no asisten al evento en sí. Cuando rechacen tu invitación, te sugiero que les digas que son bienvenidos sin importar nada y que respetas su decisión.
Antes de compartir mi propia experiencia, quiero hacerte saber que el aguijón del rechazo es muy real. ¡Lo he sentido innumerables veces durante mi camino como gay ex-mormón! También quiero que se den cuenta de que, independientemente de cómo decidan reaccionar, está bien. Mi consejo no es la verdad del Evangelio, pero creo que ofrece una perspectiva interesante.
Una de las experiencias que me hizo comprender mejor sobre el rechazo fue cuando una de mis primas atacó mi matrimonio en Facebook. Me dolió. Mucho. Su familia es bastante homofóbica y horrible para la comunidad LGBTQIA+ en general. Me sorprendió la gente que salió de la nada para defenderme: compañeros de misión, amigos de la Iglesia, etc. Después de ese ataque decidí que tenía la opción de decidir. Tenía que decidir cómo iba a reaccionar ante sus ataques personales y rechazo. Al final, los que más sufrirán por su rechazo son ellos mismos. Esta prima tiene que vivir con las cosas horribles que me ha dicho. Me acerqué a ella y le dije cómo me sentía y le recomendé que leyera un libro de Carol Lynn Pearson sobre la aceptación de nuestros seres queridos homosexuales. Ella nunca respondió aunque vio el mensaje. Borré a toda su familia como amigos en Facebook y no me relaciono personalmente con ellos, porque me han tratado mal. Tengo la decisión de reaccionar como quiero y mostrar el tipo de persona que quiero ser con esta gente. Negarse a participar es un acto de auto cuidado.
Así que mi consejo es extender la invitación, acercarse con amabilidad; si rechazan su invitación comprende que, si tienen un historial de buen trato, su decisión de no asistir no es un ataque personal, y ¡disfruta de tu boda! Aquellos que puedan ver más allá de sus creencias religiosas para asistir a tu día especial también merecen una bondad especial. ¡Las cosas rara vez son blanco y negro y aquellos que pueden ver los grises y te quieren por ti mismo son verdaderos amigos!