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La homosexualidad en la Iglesia – una revisión histórica

Collage de Afirmación 2018

August 24, 2014

 Nota: La Ley de Castidad de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia mormona) especifica que todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio heterosexual son contrarias a la voluntad de Dios y, en principio, prohíbe el comportamiento homosexual. Violaciones de la ley de castidad pueden resultar en acciones disciplinarias por parte de los líderes de la iglesia. Los miembros de la iglesia que experimentan atracción homosexual, incluidos los que se identifican como gay, lesbiana o bisexual, pueden permanecer en buen estado en la iglesia si se abstienen de las relaciones homosexuales (y de las relaciones heterosexuales fuera del matrimonio heterosexual).
gaymormon

Si bien la Ley de Castidad no ha cambiado a lo largo de la historia con respecto a la homosexualidad, las políticas de la Iglesia, y los puntos de vista de los líderes sí lo han hecho. Veamos brevemente cómo el concepto de homosexualidad ha evolucionado dentro de la cultura del mormonismo.

1. La homosexualidad como enfermedad.

En 1959, en respuesta a una ola de arrestos de hombres homosexuales en Utah y Idaho, el presidente David O. McKay  asignó a los apóstoles Spencer W. Kimball y Mark E. Petersen para trabajar en la curación de los homosexuales dentro de la Iglesia. En ese momento, la Asociación Americana de Psiquiatría y el Manual de Trastornos Mentales clasificaba a la homosexualidad como una enfermedad mental, y el presidente Kimball tenía la firme creencia de que, como tal, se podía curar. En declaraciones dadas a los educadores de la iglesia y psiquiatras mormones en 1965, el presidente Kimball dijo, citando un artículo del Medical World News, que “se sabe que tal enfermedad es curable”, aunque era “como la cura para el alcoholismo, sujeta a una vigilancia continua”.

En 1970, el presidente Kimball estuvo involucrado en la creación de una publicación, denominado “Esperanza para los Transgresores”, dirigido a los líderes de la iglesia y que serviría para “ayudarles a llevar a cabo una cura y… a ser normales otra vez”. El folleto enseña que los líderes de la iglesia pueden ayudar a los miembros gays recitando escrituras, apelando a la razón, animándoles a abandonar amantes homosexuales y asociados, orando con ellos y alentándolos a reemplazar su estilo de vida gay con acciones positivas y citas heterosexuales. El panfleto hacía hincapié en que la “homosexualidad se puede curar”.

Durante casi medio siglo, la postura de la Iglesia fue la misma, acorde a la opinión pública que regía a la sociedad norteamericana, podemos verlo reflejado en las distintas publicaciones que surgieron a través de los años respecto al tema de la homosexualidad:

  • 1965: “Amor vs Lujuria”, discurso dado por el entonces ápostol Spencer W. Kimball. Llamó a la homosexualidad un pecado “atroz”, pero enseñó que aquellos con “deseos y tendencias” homosexuales podían superarlo  de “la misma manera que si tuvieran el impulso de la fornicación o el adulterio.” Él enseñó que aunque todo el mundo está sujeto a tentaciones, “la diferencia entre los réprobos y la persona digna es generalmente que uno cedió y el otro se resistió.”
  • 1969: “El Milagro del Perdón”, publicado también por el élder Kimball. Enseña que la masturbación puede llevar al acto de homosexualidad. Sin embargo, consideró que muchos homosexuales eran “básicamente buenas personas que han quedado atrapados en el pecado” y que “algunos conquistan totalmente la homosexualidad dentro de unos meses.” Kimball deja claro el libro es sólo su opinión personal y “absuelve” a la iglesia de cualquier error en el libro.
  • 1970: “Esperanza para los Transgresores” del que ya se ha mencionado anteriormente.
  • 1971: “Nuevos horizontes para los Homosexuales” que se encontraba en la misma línea que la publicación anterior, ambos editados por el ahora presidente Kimball.
  • 1976: “Sólo para los hombres jóvenes”, folleto editado por el apóstol Boyd K. Packer. Aconseja en contra de la inmoralidad e incluye una sección que condena los actos homosexuales. En el sermón, el élder Packer elogió a un misionero que estaba molesto después de que “derribó de un golpe” a su compañero en respuesta a supuestos avances sexuales no deseados por parte de éste.
  • 1978: “A la otra oveja”, discurso editado en forma de folleto también por el élder Packer, en el que señala como causa de la homosexualidad al orgullo y al egoísmo, y presenta la solución de corregir ese orgullo de base por medio de obras y pensamientos desinteresados, con lo que según él se curaría la homosexualidad, siendo ésta sólo un síntoma externo del problema de base. También menciona que si la iglesia no había hablado anteriormente con respecto al tema es porque “muy tontamente podemos promover las mismas cosas que estamos tratando de evitar al hablar demasiado acerca de ellas”

2. La homosexualidad como una tendencia.

Cuando la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de las listas de trastornos mentales en 1992, la Iglesia publicó un folleto llamado “Entendiendo y ayudando a aquéllos con problemas de homosexualidad”, eliminando toda referencia hacia la misma como una enfermedad. Durante esta época de transición se emitieron referencias vagas en cuanto a la homosexualidad por medio de entrevistas y artículos publicados en varias revistas de la Iglesia. Esta nueva perspectiva se enfocó en compaginar con las tendencias del momento que negaban la condición de la homosexualidad como una enfermedad, también incluyó un nuevo énfasis en no excluir a miembros de la familia o la comunidad por su orientación sexual.

El élder Dallin H. Oaks dijo en 1995: “Todos deben entender que las personas (y sus familiares) que luchan con la carga de la atracción hacia el mismo sexo se encuentran en una necesidad especial de amor y ésta es una clara responsabilidad para los miembros de la iglesia, que han hecho convenio de sobrellevar las cargas los unos de los otros y cumplir así la ley de Cristo”. Fue también donde se inició el uso del término “atracción hacia el mismo sexo” (AMS), dando a notar que es una condición de la mortalidad, algo que se puede “sobrellevar” o algo con lo que se puede “luchar”.

3. Creando un nuevo diálogo y nuevos términos.

1999 y el nuevo milenio marcaron un cambio en el diálogo -si bien no en la postura- de la Iglesia respecto a la homosexualidad. En una entrevista el presidente Gordon B. Hinckley dijo: “Tenemos gays en la iglesia. Son buena gente. Nosotros no tomamos medidas contra tales personas-siempre que no se involucran en la transgresión, la transgresión sexual. Si lo hacen, hacemos con ellos exactamente lo que haríamos con los heterosexuales que transgredieran”. Por primera vez en la historia un profeta y presidente de la Iglesia utilizaba la palabra “gay” en un contexto positivo y de igualdad con los miembros heterosexuales.

En una entrevista en abril de 2007, el élder Oaks se reunió con el Departamento de Asuntos Públicos de la Iglesia, y se plantearon las preguntas y respuestas que darían pie a la publicación de un nuevo manual, “Dios Ama a Sus Hijos”, tan sólo 3 meses después. Esta nueva publicación incluía la doctrina y política de la Iglesia respecto a la homosexualidad, enfocándose en las respuestas que sí tenemos, más que en las que desconocemos, partiendo del conocimiento de que no sabemos todas las cosas, pero sabemos “que Dios ama a Sus hijos” (1 Nefi 11:16-17).

Surgieron entonces nuevos términos, que delimitaban lo que estaba bien y lo que estaba mal, dándonos así la seguridad que el tener “pensamientos” o “sentimientos homosexuales” no son en sí mismos un pecado, pero que “actuar sobre ellos”, sí. Se perdió el tono inquisidor de la iglesia, en la que se blandía una bandera de odio en la que los líderes creían conocer todas las respuestas y el origen de una enfermedad, así como su cura.

A éste nuevo diálogo se une un nuevo sitio web, disponible por ahora sólo en inglés, que fue lanzado a finales de 2012 y principios de 2013. El sitio mormonsandgays.org es una iniciativa por parte de los líderes de la iglesia de dejar en claro la postura que tiene frente a los nuevos desafíos que enfrenta en una sociedad que acepta la diversidad sexual cada vez más como algo normal. Apoyado de recursos audiovisuales así como de textos, el sitio presenta los rostros de personas que están involucradas directamente en la intersección de la homosexualidad y el mormonismo: mormones LGBT, familiares y líderes de personas que han salido del clóset, autoridades generales, etc.

En la página, el élder Oaks nos dice que la postura de la Iglesia no ha cambiado respecto a la ley de castidad, pero que “Lo que está cambiando, y necesita cambiar, es que debemos ayudar a los miembros de la Iglesia a responder de manera sensible y cuidadosa cuando sepamos que hay alguien con atracción por el mismo sexo en sus propias familias, entre los miembros de la Iglesia o en otra situación.” Se unen a su deseo el élder Quentin L. Cook y el élder D. Todd Christofferson, miembros del quórum de los Doce Apóstoles, reconociendo la complejidad de la situación y la imperante necesidad de afirmar el amor puro de Cristo hacia nuestros hermanos y hermanas.

El élder Christofferson, quien tiene un hermano abiertamente gay, nos dice en el sitio: “Todos son importantes. El Señor lo explicó claramente cuando enseño la parábola que habla de dejar las noventa y nueve para buscar una oveja. Y yo creo que es importante, incluso diría crucial, si vamos a ser discípulos de Jesucristo tal como decimos serlo, que nos ministremos mutuamente y a todos, sin excepción… Yo entiendo que alguien podría sentir preocupación genuina por la manera en que algunos líderes del sacerdocio han respondido en el pasado. Pero ahora hay mayor entendimiento y comprensión del asunto y de cómo ayudar. Estamos capacitando a los obispos; ellos ahora tienen recursos que no tenían antes, que en el pasado no pudimos proporcionarles. Hay recursos en el internet y hay recursos impresos… Nuestra reacción inicial es fundamental, y en el pasado, la inclinación o la tentación de la gente era la de expresar enojo o rechazo. A veces eso es simplemente un mecanismo de negación psicológica. Sea lo que fuere, es importante tener autocontrol para dejar todo eso de lado, tener paciencia, y empezar a hablar y escuchar y entender mejor…. No tenemos que resolver todo en un mes o en una semana o en un año. Estas cuestiones se deciden con el paso del tiempo, buscando la voluntad del Señor con el paso del tiempo, y recibiendo su guía con el paso del tiempo.”

Una traducción no oficial del sitio se encuentra en www.mormonesygays.org y puedes leer aquí una traducción del lanzamiento del sitio en la Sala de Prensa de la Iglesia.

4. Su futuro es tan brillante como su fe.

Esta es la época en que vivimos, una época donde día a día se dan pasos enormes en los derechos de la comunidad LGBT, donde se reconoce cada vez mas nuestra calidad como personas y ciudadanos en distintos países, existe también la oposición y un retroceso en distintos lugares del mundo, donde aún predomina el odio y la ignorancia. Pero la historia nos ha mostrado que siempre seguiremos avanzando y debemos luchar porque así sea.

Ganamos que nuestra orientación se reconociera como una forma genuina de pensar y de sentir, pero aún había mucho por delante. No esperamos que la Iglesia cambie la doctrina, ni criticamos a los líderes por los errores que como humanos han cometido en el pasado. Pero tenemos fe y una firme esperanza en que tarde o temprano, habrá un lugar pleno para todos los hijos de Dios en su Reino, sin importar su orientación sexual o su identidad de género. Hemos sido testigos de que la postura de la Iglesia ha cambiado a lo largo del tiempo y eso es lo que nos anima a pensar que puede haber un futuro mas brillante.

¿Ahora qué sigue? No lo sabemos, pero sí sabemos que Dios ama a sus hijos.

 Adaptado del artículo original en inglés “Homosexuality and the Church of Latter-Day Saints”

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